El pequeño Gunner, de tres meses de edad, se salvó por muy poco de un final trágico gracias a Richard, su dueño. Si bien sufrió heridas punzantes y le entró algo de agua en los pulmones, ya está recuperado y volvió a ser el mismo cachorrito inquieto y juguetón de siempre.
Ambos estaban caminando por la laguna que colinda con la casa de Richard —en la localidad de Estero— cuando, de repente, un enorme caimán apareció desde el agua y capturó al pequeño Gunner, un Cavalier King Charles spaniel de apenas tres meses de edad
Sin dudar ni un segundo, Wilbanks se lanzó al agua y, sin dejar caer su habano de la boca, se puso a forcejear con el lagarto para que soltara al perro. Tras una lucha descarnada entre hombre y animal, Richard logró liberar a Gunner de las mandíbulas del caimán, no sin antes sufrir una que otra lesión esperada.
Luego de hacerse un rápido torniquete en la mano, Richard y su esposa Louise llevaron de inmediato a Gunner al veterinario, donde los médicos determinaron que el pequeño tenía una herida punzante.
Afortunadamente, ninguno de sus órganos internos estaba comprometido; sólo tenía un poco de agua en los pulmones, lo que se solucionó con un par de noches de tratamiento en la clínica
Finalmente, Richard dio un par de simples consejos para evitar este tipo de situaciones en zonas donde haya mayor contacto con vida salvaje: pasear a las mascotas con correa y a una distancia mínima de 3 metros del agua.