La diabetes es una enfermedad crónica que, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), provoca 1,6 millones de muertes cada año. Esta es una patología que provoca un exceso de azúcar en la sangre y orina debido a la disminución de la secreción de insulina. Desde el corazón hasta los nervios, la diabetes puede afectar a todas las áreas del cuerpo; es por esto, que las personas con esta enfermedad deben tener un cuidado integral de su cuerpo.
Dentro de las complicaciones más frecuentes en la diabetes está la afectación de nervios y arterias. Esto altera la circulación sanguínea y facilita la aparición de edemas y de zonas que dificultan la curación de lesiones y heridas, siendo un caso común y frecuente de esto, los pies. Por ejemplo, cuando esta parte del cuerpo se ve afectada, lo que sucede es que el paciente se lastima y no se da cuenta, porque hay una pérdida de sensibilidad frente al dolor, al calor o al frío. Por ende, un corte o raspadura, la utilización de un calzado inapropiado son situaciones que por la falta de sensibilidad pasan inadvertidas y pueden dar lugar a la formación de heridas más graves aún.
Para Myriam Hernández, dueña de Mike's (https://www.mikes.cl/tienda/) compañía dedicada al diseño, desarrollo y comercialización de calzado, los calcetines que deben usar las personas con diabetes necesitan ser con textura suave ya que el pie diabético es sensible “esto debe ser así para que no produzca roce o algún daño que le provocó una herida a corto y largo plazo. Al momento en que se le haga una herida, a la persona diabética le toma más tiempo y recursos curarla, es por eso que los calcetines son tan importantes”.
Entonces ¿cuáles son las características que deben tener los calcetines para personas con diabetes?
- Costura invisible.
- Confortable.
- Hilo Suave.
- No deben presionar ni quedar sueltos sobre todo en la parte del tobillo.
- Material de algodón, bambú o cobre.
Además, las personas deben tener la precaución de cambiar a diario los calcetines o medias, lavarse a diario los pies con agua tibia y jabón neutro, secándolos con una toalla suave. Por otro lado, al momento de realizar la higiene diaria deberías aprovechar de buscar posibles heridas, manchas en la piel, o diferencias significativas de temperatura entre ambos pies.
