El torneo se lleva a cabo por la Victorian Water Ski Association y se realiza en marzo de cada año, en el río Yarra de Melbourne, como parte del Moomba Water Festival, que agrupa a los mejores exponentes mundiales del deporte. Ahí es posible ver esquiadores en disciplinas como el Slalom, Trick, Salto, Wakeboard y Big Dawg. Alzarse con la victoria en este importante certamen es equivalente a obtener el título en el Abierto de Estados Unidos US OPEN o la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Y este año, un chileno lo logró: Vicente Tizza.
Del suelo al cielo
Tal como los pequeños pirquineros extraían el oro desde el suelo, en la zona del río Yarra donde se realiza este torneo, Vicente Tizza dio sus primeros pasos en esta disciplina con los pies bien puestos en la tierra, con humildad, pero también con mucha proyección.
Empezó a incursionar en este deporte a los 14 años y un año más tarde ganó el Nacional Amateur realizado en Los Morros, dejando en claro que sus brazos y piernas serían indomables para el esquí náutico tanto nacional como internacional.
En el Campeonato Panamericano del 2018 mostró sus primeras armas, siendo destacado por el Comité Olímpico Nacional de este deporte, por su entrega y dedicación, catalogado como parte de la nueva camada de talentos de la Federación de Esquí Náutico de Chile.
En mayo del 2021 entró al Junior Masters Water Ski and Wakeboard Tournament, que se realizó un mes después, logrando un salto de 50,3 metros en el último evento que entregaba pasajes a este destacado torneo quedando cuarto en el podio de clasificación. Así, logró dejar una gran impresión en nuestro país y agradeció la experiencia en terreno en el sector de Callaway Gardens: “Estoy muy feliz de haber competido en el Jr. Masters, muchas gracias a todos los que me ayudan a seguir mejorando y a mi familia por estar siempre ahí”, dijo el joven deportista en esa oportunidad.
En agosto del 2021, debutó en su primer mundial, participando en el Junior Waterski World Championships realizado en el Pickos Ski School, Estados Unidos, logrando obtener el octavo lugar del mundo, rendimiento que dejó contenta a su familia y a los espectadores, lo que desató la atención de sus colegas y equipo, que sabían que algo más grande se venía. Tizza tomó con mesura su evidente destreza en el agua y puntualizó que siempre busca ir por más: “No fue el mejor resultado, pero feliz de haber estado ahí, clasificar a finales, quedar octavo en salto y segundos en equipo”.
Un equipo ganador
El waterskier demostraba en el agua, en el corazón y en el profesionalismo de su equipo que estaba para cosas grandes.
En la formación de Vicente Tizza siempre estuvieron presentes los hermanos Rodrigo y Felipe Mirada, deportistas históricos del Team Chile. A ellos Vicente les debe mucho: “Han estado siempre presente traspasando sus conocimientos de forma muy generosa”, cuenta. Dentro del equipo también se encuentra Javier Andrés Julio, deportista argentino y Campeón Mundial.
Hay que destacar que todos ellos han traspasado su experiencia a muchos otros talentos de este deporte, como Martín Labra, Matías Gonzales, Dominga Gonzales y Juan Luis Pivonka, entre otros.
La gran conjunción
Pero Vicente Tizza no está solo. Cuenta con un grupo que trabaja intensamente con él y quienes están agradecidos también del tremendo esfuerzo del joven, que se ha dedicado 100% a la disciplina, sacrificando algunas distracciones y vida familiar, pues entrena durante todas las vacaciones y solamente descansa 10 días en verano.
Los entrenamientos son de lunes a sábado y se concentran en tres sets de esquí diarios, tanto en la temporada de verano en Estados Unidos (de mayo a septiembre) como en Chile (de septiembre a fines de abril).
El trabajo duro de Tizza, el apoyo de la familia y las garras de su equipo físico y psicológico, lo llevaron a obtener, con solo 18 años, el primer lugar en la categoría de Salto Junior del Moomba Masters International Invitational Championships.
Una conjunción de esfuerzo que es celebrado con el oro y que llevó al deportista a tomar una importante decisión: trasladarse a vivir a Estados Unidos, para ir a la universidad y seguir proyectando su carrera deportiva en ese país.
